El paraíso de Mato Grosso do Sul tiene un nombre y se llama “Bonito”, una nomenclatura que coincide perfectamente con lo que se encuentra en la pequeña ciudad.
Bonito: un paraíso en el medio de Brasil
Solo 200 kilómetros separan la capital del estado de este refugio ecológico, donde el dedo humano no es más que un extra. Un destino inolvidable donde los amantes de la naturaleza encontrarán los paisajes más variados para encantar los ojos, la mente y el cuerpo.
Disfrutar del contacto íntimo con la naturaleza es lo que Bonito reserva a los visitantes.
Bucear con peces de diferentes especies, caminar, observar animales en su hábitat natural, hacer rappel en una cueva, montar a caballo, bañarse en la cascada y admirar paisajes increíbles son algunas, solo algunas, de las cosas que hacer en la ciudad. ¡La cantidad de atracciones en un espacio tan pequeño es impresionante!
Conocido como el mejor destino de ecoturismo en Brasil, Bonito no será solo otro viaje en su equipaje. Para muchos que conocen el lugar, el momento se convierte en un hito.
Pequeña pero encantadora, la ciudad ofrece infraestructura y organización para envidiar a varias metrópolis.
El día de quienes viajan al paraíso natural está lleno de tours, todos reservados previamente a través de agencias, con precios fijos. ¡No hay gente que quiera superarse!
Bucear en Rio da Prata o Sucuri, considerado uno de los más transparentes del mundo, es una visita obligada. Si eres valiente, corre el riesgo de bajar al Anhumas Abyss o, para aquellos que no son tan radicales, conocer la cueva del Lago Azul es ideal.
Frescas y claras, las aguas de Bonito, donde los animales viven libres y exhiben su acuario natural para aquellos que quieren admirar, siempre son una invitación para bucear.
¿Alguna vez has pensado en comer cocodrilo o sashimi de piraña? Además de que la ciudad tiene hermosos lugares para visitar, la gastronomía con toques de la cocina del Pantanal y del cerrado no deja a quienes les gusta comer bien en la mano.
Simple, rústico y encantador, Bonito es una caja de sorpresas lista para ser abierta. Un viaje perfecto para aventureros y curiosos, con sed de conocer mejor las bellezas brasileñas. “Hermoso es hermoso”: la frase es un cliché, pero no podría ser más cierto.